sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Regeneración o...

Degeneración?

Porque después de tan ansiada espera, salió Mariano Rajoy como maestro de ceremonias a prometer más de lo mismo para regenerar la vida política, totalmente convencido de que el Parlamento sigue siendo su circo y los ciudadanos los payasos de los que reírse, mientras sus palmeros embriagados a las nueve de la mañana aplaudían a rabiar a la Lady Gaga de Pontevedra. Y es que Mariano Rajoy hablando de regeneración democrática es como el Estado Islámico hablando de derechos humanos, como ya os comentaba en mis tuits esta semana. Otra mujer muy popular que también asegura su honorabilidad, y dimite por ser muy guay,  es Ana Mato que tiene la misma credibilidad hablando de honestidad que la también popular María Martillo pidiendo la  castidad. Ana, la princesa Disney de Pozuelo, que no se enteraba del confeti, ni del Jaguar, ni del ébola, ni de que era Ministra de Sanidad hasta que tuvo que dejar  sin asistencia a un millón de inmigrantes con lo molesto que es el cáncer,  y el SIDA, y las enfermedades raras. Mrs Killer, buen viaje lleves y ve con Dios que seguro que si es justo te enviará una temporadita al infierno para que te sigas bronceando y  cuentes a tus amigas lo guay que es tu Marca España y el Partido Popular. Y otro populista, su compi Monago, el Robin Hood de Badajoz, que ha decidido vender la residencia presidencial propiedad de  todos los extremeños como si fuese su cortijo pensando que toda Extremadura son Las Hurdes miserables y analfabetas del siglo XIX, y que así le seguirán votando. Por si acaso alguien no está convencido, Monago usa la televisión y la radio de Extremadura para arengar a las masas como un Hugo Chávez de la Serena. Y hablando de populismos, los acusadísimos de Podemos presentaron un programa económico bastante criticado por todos, aunque si recordamos los programas electorales socialistas con millones de empleos, y los populares con millones de bajadas de impuestos, todo es mentira y no hay de que preocuparse ni porque molestarse. Lo que sí molesta un poco es la mala educación de algunos de los desconocidos miembros de Podemos que han aparecido esta semana en los platós de televisión. Pablo. Carolina, Iñaki, Luis, incluso Monedero saben discutir sin el mal estilo que han demostrado algunas de las nuevas apariciones de Podemos y que nos recuerdan mucho a los Pujaltes, Fabras y Guerras de otros tiempos. Si no hay regeneración, sería aconsejable que no desapareciese la educación como han desaparecido los cinco fantásticos de Podemos.  Además de todo esto, el pequeño Nicolás que va camino de fracturar a España en dos como las caras de Belmez, media España se lo creía y la otra media no. Es lo que tienen las caras, los caraduras y las fracturas, con lo que Nicolás ama a España. Y además los curas de Granada, y los de Córdoba, y los de Zaragoza y tantos otros desde el Imperio Romano haciendo comulgar con ruedas de molino y sobre todo con mangueras de lefa. Y Más con su plan único para convertir a Cataluña en una nación porque a él le da la gana, y nada Más. Y más desahucios. Y más alimentos, entre todos, este fin de semana para el banco de alimentos y que nuestros conciudadanos y sus hijos no pasen tanta miseria estas navidades, y nosotros nos podamos sentir orgullosos de ser la auténtica Marca España, la de la solidaridad. Total, la regeneración yo del todo no la veo. Feliz semana.

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