Hoy comemos
con Isabel…
Y con Sonia, la zombi del
Postiguet, y su inseparable pareja culinaria, Míster Ortiz, con quien cocina
todo el arroz a banda de Alicante y se hincha de reírse del rey viejo, del rey
nuevo, de Mariano Rajoy, de la Loli de Cospedal, de la Virgen de los Remedios y de todos los alicantinos.
Todo esto después de desayunar con Míster Monago, el embajador del
plátano, que solo ha ido dieciséis veces
a la isla afortunada para promocionar el chorizo de Almendralejo y las buenas migas, también con chorizos. Y
también todo esto después de un atracón de referéndum que solo ha servido para
indigestarnos aún más de butifarra y más chorizo ibérico. Un gran Máster Chef donde ellos se lo guisan
y ellos se lo comen mientras nosotros esperamos a ver si podemos coger algunas
migajas sin perder la dignidad. Todo un espectáculo circense en el que las
fieras, a la espera de devorarnos, nos
han asignado el papel de payasos para reírse de todos nosotros día tras día y
rueda de prensa tras rueda de prensa, explicando las nuevas medidas para luchar
contra la corrupción y regenerar lo caduco y podrido. Tarea imposible a menos
que cambien todos los ingredientes, o se cumplan los planes de la Botella
mágica que ha volcado toda su sustancia en la Virgen de la Almudena para que España siga compacta. La Virgen de
la Almudena debe estar toda embriagada como si se hubiese comido tres tortillas
de setas. Las Vírgenes están para otras cosas y no para arreglar los desaguisados
de los cocineros de tanta casquería. Un menú diario que nos deja muy mal sabor
de boca y al borde del vómito. Esperemos que lleguen tiempos más dulces. El
próximo sábado más. Feliz semana.
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