sábado, 7 de marzo de 2015

La resurrección de los muertos

Naranjito, y otras historias terroríficas


Como aquella historia del país de las maravillas en la que la reina decide que al presidente le corten la cabeza para traer nuevos aires a un reino mal oliente y putrefacto. Lo terrible es que la renovación aérea es encomendada a las brujas fétidas, Cristina Pistolas y Demonio Aguirre, que se mueven a toda velocidad de un lado a otro de la ciudad sin saber muy bien lo que se llevan entre manos. Especialmente Demonio Aguirre que no tiene ningún pudor en burlarse a la velocidad del rayo de jueces, periodistas,  simpatizantes y votantes porque nada ni nadie puede con ella. Ahora debe estar frotándose las manos, al fin podrá dedicarse para lo que ha estado preparándose en los últimos tiempos;  cazar cabezas. Ya pueden correr a toda velocidad los agentes de movilidad porque como los pille Demonio Aguirre… Luego está la espeluznante historia de la resurrección de Naranjito, gracias al popular payaso diabólico. El payaso Rafael tiene la asombrosa capacidad de hacer desaparecer montones de votos populares cada vez que abre la boca, y lo más asombroso es que fue elegido para hacer justamente lo contrario. Esta vez el payaso diabólico, además, ha conseguido con sus palabras despertar a  Naranjito que vuelve a la vida para comerse a bocados los votos más populares y convertirlos en zumo como el que bebe Rita en sus litronas de agua de Valencia, la tierra de las flores y la corrupción con el vicealcalde Grau a la cabeza, y detrás los demás desde Orihuela hasta Castellón. También está la tenebrosa historia del imputado alcalde de V, pero no uve de Diana, las ratas y los lagartos, V de Valladolid. La oscura historia de Tania, Podemos y Pablo el enfadado. La truculenta historia de los ERES Y los oros de Andalucía. Las terribles historias de torturas y ejecuciones simuladas por ¿el estado islámico?, no.  Policías nacionales en Palma de Mallorca  se divierten torturando a  ciudadanos y ciutatatatans, que diría la gata Floriana. Policías que deberían velar por los ciudadanos pero no en velatorios, y que el inmaculado Ministro del Señor y del Interior debería explicarles a ver si lo entienden.  Historias para no dormir. El próximo sábado más. Feliz semana. 

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