sábado, 30 de mayo de 2015

Se acabó!



Los ciudadanos han votado y puesto fin a encuestas, oráculos de tertulia y, sobre todo, a décadas de corrupción y absolutismo en muchos y variados rincones de España. Esperanza Aguirre pidió al Espíritu Santo que inspirase a los madrileños  a la hora de votar y la inspiración divina ha llevado a las puertas de la alcaldía a Manuela Carmena. Ahora Aguirre va a pensar que el Espíritu Santo es un peligroso radical simpatizante de los terroristas. La pobre Esperanza  sin alcaldía y sin fe como un sin sentido de la vida para una mujer que siempre ha cazado   talentos para la humanidad y últimamente solo caza disgustos, aunque siempre le quedará  Pecas, el mejor amigo del hombre y de la mujer, incluso de Esperanza. Su amiga Rita, la cantaora, también compareció un poquito avinagrada advirtiendo a los valencianos que se atengan a las consecuencias por no haberla elegido a ella, como si los valencianos no hubiesen sufrido ya bastante con Rita Loewe protagonizando más telediarios que Isabel Pantoja, y no por nada bueno. También quería ser protagonista en su tierra María Dolores de Cospedal, a quién no le tembló la mano para diseñar una ley electoral a su medida pero con tantas tramas del partido, en directo y diferido, debió despistarse La Loli de Cospedal que ha terminado siendo protagonista en la versión manchega de Lo que el voto se llevó. Todo un peliculón con el 21% de IVA, igual que la música del Rap de Monago que ha terminado siendo su RIP y el de muchos de los chicos de la banda que  subieron masivamente los impuestos, recortaron a los más vulnerables y sirvieron barra libre de corrupción pensando que todo se arreglaba con la mágica pulserita rojigualda. Y España no es así, la suya sí pero hay muchas Españas. Tampoco han sido espectaculares los resultados socialistas que ganan algunos gobiernos pero siguen perdiendo votos. Y sí ha sido espectacular la irrupción de Ciudadanos y Podemos, más de los segundos que de los primeros. La sentencia es clara y firme para que se sienten todos a negociar, y los que no negocien pueden acabar como España en Eurovisión, siempre las mejores expectativas pero cada edición de mal en peor. Ahora empezarán los pactos, acuerdos y desacuerdos. Comenzarán los voceros a anunciar el fin del mundo y la vuelta a la Inquisición pero están echadas las cartas, y los votos. Se abre un tiempo nuevo de un país en transformación y cansado de corrupción. Un país que se implica y quiere dejar atrás errores y pecados para empezar de nuevo. Habrá quien quiera frenarlo pero más pronto que tarde se llevará una oblea gigante como las de Rita. Si han caído Juan Carlos, Sofía, Cristina, Iñaki, Rodrigo, Esperanza, Rita, La Loli, y Víctor Sandoval, cualquiera puede caer por muy soberbio y obstinado que sea. Hay que entender el mensaje y hay que volver a empezar. 

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