Los ciudadanos han votado y
puesto fin a encuestas, oráculos de tertulia y, sobre todo, a décadas de
corrupción y absolutismo en muchos y variados rincones de España. Esperanza
Aguirre pidió al Espíritu Santo que inspirase a los madrileños a la hora de votar y la inspiración divina ha
llevado a las puertas de la alcaldía a Manuela Carmena. Ahora Aguirre va a
pensar que el Espíritu Santo es un peligroso radical simpatizante de los
terroristas. La pobre Esperanza sin
alcaldía y sin fe como un sin sentido de la vida para una mujer que siempre ha
cazado talentos para la humanidad y
últimamente solo caza disgustos, aunque siempre le quedará Pecas, el mejor amigo del hombre y de la mujer,
incluso de Esperanza. Su amiga Rita, la cantaora, también compareció un poquito
avinagrada advirtiendo a los valencianos que se atengan a las consecuencias por
no haberla elegido a ella, como si los valencianos no hubiesen sufrido ya
bastante con Rita Loewe protagonizando más telediarios que Isabel Pantoja, y no
por nada bueno. También quería ser protagonista en su tierra María Dolores de
Cospedal, a quién no le tembló la mano para diseñar una ley electoral a su
medida pero con tantas tramas del partido, en directo y diferido, debió
despistarse La Loli de Cospedal que ha terminado siendo protagonista en la
versión manchega de Lo que el voto se llevó. Todo un peliculón con el 21% de
IVA, igual que la música del Rap de Monago que ha terminado siendo su RIP y el
de muchos de los chicos de la banda que
subieron masivamente los impuestos, recortaron a los más vulnerables y
sirvieron barra libre de corrupción pensando que todo se arreglaba con la
mágica pulserita rojigualda. Y España no es así, la suya sí pero hay muchas
Españas. Tampoco han sido espectaculares los resultados socialistas que ganan
algunos gobiernos pero siguen perdiendo votos. Y sí ha sido espectacular la
irrupción de Ciudadanos y Podemos, más de los segundos que de los primeros. La
sentencia es clara y firme para que se sienten todos a negociar, y los que no
negocien pueden acabar como España en Eurovisión, siempre las mejores
expectativas pero cada edición de mal en peor. Ahora empezarán los pactos,
acuerdos y desacuerdos. Comenzarán los voceros a anunciar el fin del mundo y la
vuelta a la Inquisición pero están echadas las cartas, y los votos. Se abre un
tiempo nuevo de un país en transformación y cansado de corrupción. Un país que
se implica y quiere dejar atrás errores y pecados para empezar de nuevo. Habrá
quien quiera frenarlo pero más pronto que tarde se llevará una oblea gigante
como las de Rita. Si han caído Juan Carlos, Sofía, Cristina, Iñaki, Rodrigo,
Esperanza, Rita, La Loli, y Víctor Sandoval, cualquiera puede caer por muy
soberbio y obstinado que sea. Hay que entender el mensaje y hay que volver a
empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario