miércoles, 26 de agosto de 2015

Apariciones marranas

Me fui de veraneo, como dicen en mi pueblo, con la falsa esperanza de  que a la vuelta de las vacaciones todos se habrían relajado y el país estaría algo más sosegado,  con  el deseo de encontrar a mi regreso una España del cambio con algo de paz y amor, y no la España de siempre que nos hiela el corazón.

Pues ya estoy aquí  repasando la prensa seria   y me encuentro al Ministro del Interior reunido en su despacho con delincuentes  a ratos, y a ratos de inquisidor enviando las facturas de su nueva ley mordaza a cualquiera que rechiste.

En montones de portadas, jóvenes y no tan jóvenes, anónimos y famosos corneados hasta las entrañas y muchos hasta la muerte. ¿Este sanguinario espectáculo tiene que formar parte de nuestras fiestas nacionales y populares?  Algunos dicen que es parte de nuestra cultura porque la ignorancia es muy atrevida y la violencia mucho más. Y hablando de atrevimientos sería imposible elegir el más bestial del  verano.

Xavier García Albiol, la nueva estrella de los modernos del PP, intentando convertirse en la Marine Le Pen de Cataluña y, sobre todo, del resto de España para no quedarse sin curro. Travestismo gore lo del Partido Popular.

Su compañera de partido, Esperanza Aguirre, autoproclamándose la reencarnación de la tonta del bote pero sin las gracias de Lina Morgan. La supuesta ignorancia supina de Esperanza son las desgracias del sistema democrático y de los contribuyentes. La cazatalentos que no sabía nada de nada.

 Pedro, el cruel, decapitando al portavoz socialista en el ayuntamiento de Madrid. Una federación que no levanta cabeza desde la Movida y que lleva décadas con movidas muy chungas y sin ganas de rehabilitarse. Eso sí, el PSOE  ofreció generosamente al decapitado Carmona, para que no se quejase mucho,  un retiro dorado  en la lujosa residencia de vacaciones “El Senado”, un exclusivo centro de ocio y vicio financiado en forzoso  crowdfunding por el pueblo español.

Pero si ha habido una aparición estelar este mes de agosto no ha sido ninguna de las ya mencionadas, ni la burla de los presupuestos generales del Estado que irán a la basura,  ni la de los cuatro ministros del apocalipsis anunciando el fin del mundo si no gana el PP.

Tampoco ha sido la aparición del consejero catalán de justicia que quiere incluir en la nueva nación catalana a Valencia y Baleares, e incluso a Albacete y Murcia si tienen pelas.

La más deslumbrante de las perseidas cual mismísima y misericordiosa Virgen de agosto ha sido, una vez más, Mariano Rajoy. Nuestro presidente embriagado de humanidad, y ridiculizado por la bolivariana Cifuentes, ha decido perdonar la vida a los inmigrantes y que estos tengan acceso a la sanidad. La enfermedad, el sufrimiento y la agonía no dan votos, la corrupción ahora tampoco, y con el voto ultra el Partido Popular no se va a quedar muy cerca de la mayoría absoluta.


Más que apariciones, espectros.

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